La ciberseguridad se ha convertido en un elemento indispensable, más aún desde que cada día más y más sectores dependen de la tecnología digital, siendo el de Defensa uno de los que ha planteado una respuesta más firme.
El nuevo espacio bélico es el ciberespacio, que además es esencial para las operaciones por cualquier vía (tierra, mar y aire). En los últimos años, se ha creado la Estrategia de Ciberseguridad para la Unión Europea, adoptada en diciembre de 2020 por la Comisión Europea y el Servicio Europeo de Acción Exterior, donde se refuerza la coordinación en materia de ciberdefensa, así como la cooperación y creación de capacidades de ciberdefensa.
Recientemente hemos visto como ciberataques contra las redes de energía o infraestructuras de transporte demuestran que el ciberespacio no tiene fronteras, y es necesaria una política de ciberdefensa firme, que se apoye en los avances sobre las regulaciones y normativas, que hará que a futuro todas las infraestructuras industriales, en especial las de sectores críticos, cuenten con no sólo con mecanismos reactivos más eficientes, si no también mecanismos preventivos que aumenten la seguridad de estas.